domingo, 15 de febrero de 2015

Colectividad espiritual-Tecnochamanismo-Budismo Opensource



Colectividad Espiritual


La hiperconectividad es un aspecto cultural que hoy ha permeado prácticamente cualquier aspecto de nuestra cultura. Las prácticas laborales, la interacción recreativa, los romances, la educación y los negocios, son solo algunos de los rubros que se han transformado a partir de esta vertiginosa conformación de redes humanas. Y evidentemente el desarrollo espiritual tanto individual como grupal, no podría estar exento de esta tendencia.


A lo largo de la historia, el pulso espiritual de toda sociedad, ha mantenido una estrecha relación, de influencia mutua, con la estructura sociocultural bajo la cual se rige. Tomando en cuenta las anteriores premisas, es previsible que las siguientes fases en la evolución espiritual del ser humano, estarán en parte determinadas por esta explosiva “colectivización” del ser que hemos experimentado desde la última década.

http://realitysandwich.com/1207/next_buddha_will_be_a_collective/ Buda colectivo


Tecnochamanismo


Sendero protagonizado por personajes que viajan voluntariamente hacia el divino caos informativo –esa hiper-red de data entretejida– extrayendo información selecta y trayéndola consigo a este plano, con el fin de compartir los beneficios de esta peculiar proeza con su comunidad



Budismo Open Source


Se trata de una nueva manera de percibir el marco espiritual generado en torno a las enseñanzas de Buda –aunque las reflexiones que promueve podrían aplicarse al misticismo en general–. Su creador, Al Jigong Billings, fundador de hermetic.com (uno de los sitios mejor documentados sobre temas ligados al ocultismo, la alquimia, la magia, y las tradiciones etéreas)


Entrevista a Klint Finley ( responsable del blog Technoccult)

http://technoccult.net/archives/2012/07/25/technoccult-interview-open-source-buddhism-with-al-jigong-billings/#more-18054


“Básicamente se trata de que si no eres parte de una cultura tradicionalmente budista o al menos una en la que el budismo juegue un papel importante, entonces no eres parte de ese cúmulo heredado de ideas alrededor de lo que es o no es el “budismo” o el “dharma”. Esto nos deja, a nosotros los de occidente, en una situación complicada. ¿Qué es el budismo? ¿Qué es el dharma? ¿Qué es lo esencial dentro de ellos? ¿Cómo se manifestaría el budismo en el siglo XXI en Estados Unidos si esta tradición no te fue culturalmente heredada?”


Estas interrogantes seguramente serán compartidas por muchas otras personas inmersas en el reto de procurarse un camino espiritual que si bien está ligado a antiguas tradiciones orientales, también necesita ser adaptado a su contexto sociocultural. Finley intenta responder a las mismas, inspirado en particularidades de su vida cotidiana (en buena medida ligadas a la ‘digitalidad’), a través de este concepto de budismo open source.


“Mi propuesta, o en realidad se trata de una idea o un experimento mental, es que incorporemos los fundamentos del ethos de open source, tal como se exhibe en proyectos de software como Linux o Firefox, en nuestro entendimiento del Dharma. Mientras lo practicamos no necesitamos moldearnos nosotros o moldear al dharma de acuerdo a la manera en que lo practican los japoneses, chinos, tibetanos, tailandeses u otros, de acuerdo a sus respectivos contextos. Eso evolucionó a lo largo de siglos y milenios. Mientras muchas personas se convierten, hasta cierto punto, en simulaciones de tibetanos, utilizando vestimenta tibetana, adoptando nombres tibetanos, e incorporando distintos elementos de esta cultura, esto en realidad no significa estar adaptando el dharma a nuestra cultura. Yo propongo que recibamos, de manera colaborativa, enseñanzas, técnicas, e incluso textos, para remezclarlos o utilizarlos para que cobren sentido, como un bloque de habilidades, aún si ello implica atravesar diversas culturas budistas o inclusive vetas tradicionales o linajes del budismo que comúnmente parecen incompatibles. El resultado sería, o eso espero, un dharma que funcione en nuestro propio contexto cultural”


Fuente:

http://pijamasurf.com/2012/07/espiritualidad-open-source-sobre-la-sagrada-desacralizacion/



jueves, 12 de febrero de 2015

Yoruba

Los fundamentos de la religión Yoruba pueden rastrearse en los inicios de la historia africana y lo que actualmente conocemos es un compendio o sincretismo de varios cultos regionales que se han ido fundiendo a través de las distintas corrientes de invasiones y conformaciones de estados. La nación Yoruba tiene sus inicios en la fundación de la ciudad estado de Ile Ife, y al transcurrir los siglos ésta fue expandiéndose hasta absorber los pequeños reinos y estados que la rodeaban.
Así, al panteón original de Ile Ife fueron sumándose distintas deidades locales de las naciones circundantes. Según las tradiciones yorubas, Ile Ife fue fundada por un mítico rey llamado Oduduwa, denominado también Obalufe (Rey del pueblo de Ife) y de acuerdo con Ademola Iyi-eweka investigador de la cultura Edo (benin) probablemente Oduduwa sea el mismo Ekaladerhan, un príncipe Edo que escapó de la ciudad de Benín (en Nigeria)a la muerte de su padre para refugiarse en Ilè-Ifè. Sus hijos y descendientes formaron una dinastía de reyes que fueron divinizados y posteriormente transformados en Orisa.
Como en las tradiciones griegas antiguas, los Orisas fueron seres mortales que por alguna razón devinieron en seres divinos, deidificados por su pueblo en virtud de actos notables en vida; de hecho, la semejanza entre las leyendas griegas y yorubas son numerosas. Es de mencionar que casi todos los Orisa fueron en vida reyes de la nación yoruba, grandes guerreros y reformadores de la civilización. En cuanto al dogma y doctrina, la religión tradicional tiene sus pilares en la creencia en la reencarnación, en la evolución espiritual de las almas y el descanso final de las almas en Orun (plano o mundo espiritual).
Orì, la porción o destello de divinidad que habita en todo ser y que reside en la cabeza, es previo conocedor de su destino y es quien elige dónde y cuándo ha de reencarnarse; al nacer el niño, Ori ocupa su lugar, dándole fuerza a Awa (el alma, que, como en otras religiones, es el soplo de vida y fuerza vital del ser).
Una vez vivo el ser, comienza a desandar el camino para cumplir con su destino, camino que puede ser alterado por las osogbo [fuerzas negativas] o irè [suerte o fuerzas positivas].
Dentro de la religión yoruba es fundamental el sistema adivinatorio, que es utilizado para descubrir el destino del consultante, qué inclinación presenta (hacia ire o hacia osogbo)y qué agrados o sacrificios se pueden realizar para corregir esas inclinaciones.
La religión yoruba sostiene hoy que es eminentemente monoteísta, siendo Oloorun (dios) el creador y señor del universo, y los Orisas los equivalentes a los santos católicos, intermediarios ante dios de los hombres.

Introducción en América

La religión Yoruba fue traída al Nuevo Mundo durante el maafa (trata de esclavos africanos) de distintas identidades étnicas de África Occidental. Las creencias religiosas de los yorùbános fueron las más populares entre las expresiones espirituales de las poblaciones africanas de América debido a que un gran número de ellos fueron capturados y vendidos como esclavos. También cabe aclarar que durante el periodo de esclavitud, se debió ocultar en un sincretismo religioso su culto, para que sus amos no los castigaran, ya que tenían prohibido ejercer su religión (considerada diabólica por los conquistadores)

Variedades

Esta religión o mezcla de tradiciones religiosas se ha expandido por todo el mundo en distintas variedades («linajes espirituales») que incluyen la santería (lukumí), el Candomblé, y el Batuque. En el caso de México, es combinado con creencias politeistas tanto autóctonas como mezcladas con el catolicismo; sin embargo en los últimos años ha surgido una tendencia a retomar las creencias originales de la religión yoruba.
Esas variedades se practican en distintas áreas de Brasil, Cuba, Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Venezuela y con menor evidencia en Colombia, Argentina, México y Uruguay. A medida que crece el interés en los sistemas religiosos africanos, se pueden encontrar comunidades de la religión de los orichas en Europa y también en Asia. Se calcula que hay más de un millón de seguidores de esta tradición espiritual en todo el mundo.

Panteón yoruba

  • Olodumare, Dios Supremo.
  • Olorun, Manifestación de Olodumare.
  • Olofin, Manifestación de Olodumare.
  • Òrunmílà, Testigo de la Creación y Òrìsà que usa el oráculo de Ifá para aconsejar al resto de las divinidades.
  • Ifá, Divinidad que representa la Adivinación.
  • Exu, La contracara de Olodumare, de quien tampoco se conoce su principio y co-habitaba junto a éste en el comienzo de los tiempos. Señor de los Caminos, del movimiento o acción, es la energía primordial del movimiento en el universo que provoca el desequilibrio que hace posible los cambios y la evolución.
  • Elegba, Elegua o Elegbára Es el dueño de los caminos y el destino, es el que abre o cierra el camino a la felicidad; es muy travieso y su nombre significa "Dueño de la rata veloz" (Oní-egbára) en la escritura yorùbá la palabra oní-egbára por fonética se escribe y pronuncia como: Elegbára, por tal motivo es asociado con las ratas y los ratones vivaces, animalillos que también le son ofrendados en el África. Por otra lado, Elégba (Légba) es la forma más usada por los grupos nagos de Benin (ex-Dahomey) donde se le conoce como el "Dueño del látigo" (Oní-egba) ya que es quien se encarga de castigar a quienes no cumplen las reglas establecidas por Orixa o a quienes no hacen las ofrendas prescriptas. También conocido bajo el nombre Bàrà, pues representa al Èxù personal de cada ser humano, si Èxù es una energía que habita en el universo, Bàrà es una porción pequeña de esa energía habitando en cada Ser.
  • Ògún Dios de la guerra. Señor de los metales (principalmente el hierro) y en consecuencia de los elementos de trabajo.
  • Òṣóòsì Òrìsà cazador. Por ser proveedor de alimento se lo relaciona a la abundancia.
  • Oxum Divinidad del amor y del río que lleva su mismo nombre, asociada también con la riqueza, las joyas, la belleza y la fecundidad femenina. La Diosa Afrodita de los yorùbános.
  • Oshalá El más viejo de los Òrìsà. Se lo considera el padre de todos. Es la sabiduría y la buena salud, también conocido como Obàtálá, entre otros nombres.
  • Shàngó Òrìsà del trueno y la justicia.
  • Yèmọja Òrìxà del río Òògun (en (Nigeria)) para los Egba, mientras que para los Egbado y la diáspora en América se la relaciona con el mar. Es océano, la esencia de la maternidad y protectora de los recien nacidos, entre otras características.
  • Oya también Iansa Òrìxà de los vientos y las tempestades. También rige a los muertos. Los Egbado la llaman Yànsán o Iyàmesán y está relacionada con los vientos marítimos, pues se le rinde culto a la òrìsà del mar.
  • Aganjú Òrìṣà de los volcanes. Dueño del magma.
  • Odùdúwà Rige los secretos de la muerte.
  • Òlóòkun Òrìsà del mar (es el Dios Neptuno de los yorùbános).
  • Obà(o)'lú'àiyé Orisha de las enfermedades también conocido como Babalúaiyé, Sànpónnà y Omolu entre otros nombres.
  • Òriṣa Oko Orisha de la tierra y la agricultura.
  • Erinlè Médico y adivino, también conocido como Inle, Ìrinlè.
  • Yéwà Orisha de la castidad femenina.
  • Òbà Divinidad del río que lleva su mismo nombre en Nigeria. Orisha del sufrimiento y la fidelidad conyugal.
  • Òsányìn Orisha de las plantas y la naturaleza.
  • Ìbejì Ibeji es la divinidad de los niños que nacen Gemelos, trillizos, etc.
  • Nàná Burúkú Orisha de la Venganza, la tranquilidad. Gran abuela de la tradición.
  • Ìrokò Divinidad del árbol africano que lleva el mismo nombre.
  • Òge son los cachos que eran de ogum y viven con shango según referencia de algunos signos.
  • Òkè
  • Abita Este es un nombre que se le otorga a Èsù, en su condición como mensajero del culto de Iyaami (las madres ancestrales), donde se le conoce como Èsù Ebita.
  • Àbatà Esta divinidad es la esposa de Erinle, quien es dueña de la arena del río
  • Aña (àyán) Divinidad de los tambores.
  • Bóròmũ y Bóròsiá son eru
  • elegua Primera protección, abre los caminos , Osha del grupo de Orisha Oddé, a los que se le llama Los Guerreros
  • Yembó o Yemú Divinidad femenina. Es la mujer de Obàtálá y a veces se le nombra en la diáspora como Osanla hembra, otras como Yemoja Nana.
  • Ori deidad que nace con el ser humano antes de este tener conciencia propia.
  • Aja (¿?)
  • Aje shalunga
  • Aroni Divinidad que vive en los montes y trabaja con las hierbas, tiene una sola pierna y se cree que es el mensajero de Òsànyìn.
  • Ayao
  • Dadá
  • Egbe Divinidad que representa al doble espiritual que está en el Orun viviendo como un reflejo de cada Ser Humano.
  • Esí
  • Korikoto
  • Olosa Divinidad de las Lagunas.
  • Oranmiyan Hijo de Ògún y Odùdúwà, se dice que nació con la mitad de su cuerpo claro (por Oduduwa) y la otra mitad oscuro (por Ogun). Fue el fundador de la ciudad de Òyó (Old Oyo, al norte de la actual Oyo)
  • Orungan se relaciona con el fuego eterno.
  • Òròiná el fuego del centro de la tierra.
  • Oshumare (òsùmààrè) Orisha andrógino, la mitad del año es hombre, la mitad del año es mujer. Se le representa con una cobra. Divinidad del cielo y el arcoiris. Representa la comunión entre el cielo y la tierra. Los cambios bruscos, los extremos. Representa lo oculto, lo inesperado.
  • Iku no es un òrìsà, sino que se trata de un ajogun buburu, aquellos que luchan en contra de los hombres.
Los yoruba también veneran sus egungun (ancestros).

KA



KA



El ka, el espiritu del eterno errar El concepto egipcio del ka, que simboliza el "eterno errar" el movimiento, la fuerza vital, lleva consigo el recuerdo de las infinitas y peligrosas migraciones del paleolítico. El jeroglífico ka está formado por dos brazos levantados, e indica el modo como la energia divina era transmitida por el dios como una infusión dirigida desde lo alto, o a través de un abrazo protector cuyo símbolo era una especie de ka cabeza abajo. El simbolo del ka, con unas manos de dimensiones desproporcionadas, está relacionado con el gesto de adoración al Sol. Este gesto aparece en la historia de muchas civilizaciones, desde África hasta Escandinavia.

"Existe un puente que une entre sí las concepciones religiosas de los templos primordiales allí donde menos era de esperar. Este puente es el concepto de ka, y fue precisamente el ka el fundador de la Tercera Dinastía, el rey Zoser, el que inició la arquitectura de piedra (...) el único material que podría ser eterno podía estar contenido el ka

SIEGFRIED GIEDION, The Eternal Present: A contribuition on Constancy and Change, Pantantheon Books, NY 1964 ( versión castellana: El presente eterno: una aportación al tema de la constancia y el cambio, Alianza Editorial, Madrid 1981)


Los extractos seleccionados forman parte del libro:

FRANCESCO CARIERI,  "Walkscapes: el andar cómo práctica estética" Barcelona 2002, Editorial Gustavo Gili

martes, 27 de enero de 2015

Hinduismo

En el hinduismo hay diversidad de creencias, pero básicamente los hinduistas creen que detrás del universo visible (maia) ―al que atribuyen ciclos sucesivos de creación y destrucción― está el principio que sostiene el universo: Brahman, el Absoluto que, considerado a través del velo de Māyā, es Dios (Īśvara). Abandonar el ciclo de reencarnaciones (samsara) y retornar al principio divino, constituye el mayor de todos los logros para los hinduistas.
Este dios puede ser considerado personal o impersonal. La adoración personal constituye el bhakti (la devoción), y la adoración impersonal implica gñana (la sabiduría).
En la corriente hinduista impersonal, Dios es denominado Brahman. Todos los demás seres son su expresión, por lo que se le considera principio del universo. Esta visión puede ser llamada monismo. Hay que diferenciar que el Brahman impersonal es el aspecto no personificado de Dios, y es distinto de Brahmá, quien es el creador de este universo, pero no el Dios único. Brahmá es un alma encarnada muy elevada que ocupa temporalmente ese puesto dentro del mundo material, pero que puede caer de su lugar y ser reemplazado por otra entidad. Según la complejidad de cada universo, el Brahmá creador puede tener distinto número de cabezas pero ese número puede ser hasta mil.
Una de las características principales del hinduismo es el variado concepto acerca de ishta dévata ([cualquier] deidad adorable), que reconoce que cualquier persona puede tener una concepción personal de la Divinidad, igualmente respetable, ya que Dios puede tener todas las formas, y finalmente las trasciende. De ahí la infinitud de representaciones de la Divinidad. Pero finalmente Dios es uno, aunque sus manifestaciones sean infinitas.
En textos occidentales llegó a hacerse popular la tríada hinduista, llamada Trimurti (‘tres formas [de Dios]’: los dioses masculinos Brahmá, Visnú y Shivá), pero generalmente nadie adora a esa tríada. Muchos hinduistas adoran a la diosa Durgá (conocida por algunos por uno de sus aspectos como Kali), pero también a un gran número de otros dioses, incluidos dioses comarcales.


Tendencias

  • Monoteísmo: muchos hinduistas creen en un solo dios.
  • Politeísmo (creencia en varios dioses): porque —como varias religiones de la India— profesan el sincretismo.
  • Advaita: o monismo absoluto, que defiende la existencia de un solo Dios, que parece muchos por el principio de la ilusión o maia.
  • Culto con imágenes: para los hinduistas, Dios puede entrar en una estatua (murti) para permitir su adoración (baño, ofrenda de comida, etc.) como misericordia para facilitar la iniciación del practicante en su camino espiritual, teniendo una forma material que le facilite su entendimiento y amor a Dios. Conforme se avanza, se inicia a percibir a Dios en todo cuanto existe, para finalmente no ser necesario ningún murti, llegando incluso a sentir o ver a Dios dentro de todo ser creado. Esa forma es Paramatma, la forma que compenetra todo lo existente y hace a Dios su cualidad omnipresente y omnisciente. Es por ello que al final, todo cuanto existe es sagrado y se le mira con reverencia y amor.
Más:

Dentro del monoteísmo se pueden incluir el visnuismo (que adora al dios Visnú), el krisnaísmo (que adora al dios Krisná), el shivaísmo (que adora al dios Shivá) y el shaktismo (que adora a la diosa Kali), opuestas a la doctrina advaita (donde los jñanis estudian al Brahman impersonal).
Hay prácticas que todos respetan, como reverenciar a los brahmanes (sacerdotes) y a las vacas, no comer la carne de estas y casarse solo con una persona de la misma casta (el hinduismo establece el sistema social de castas). Cabe mencionar que la vaca no es adorada, sino reverenciada al considerarla una madre, ya que se le extrae leche (a la fuerza), que es la base de la cocina india.
Fuera de esto, no existen preceptos rigurosos acerca de cuándo deben formularse las oraciones y realizarse los ritos, ni propiamente una jerarquía eclesiástica.

¡¡¡Más aún!!!


La religión en India se podría dividir en tres eras:
  1. La Era del Vedismo (con la trinidad védica de dioses: Agní, Indra y Suria)
  2. La Era del Hinduismo (con su trinidad conformada por Vishnu, Shiva, Brahma)
  3. La Era del Budismo y el Jainismo.
Los dioses que verán en esta lista son aquellos de la segunda fase religiosa en la India, el hinduismo, religión que, a pesar de estar a punto de sucumbir y desaparecer ante el Budismo, resurgió y sigue siendo la más popular en la India.

Dioses Principales (Vishnu, Shiva, Brahma)

La trímurti (‘tres formas’):
Brahmá (el Creador, en la modalidad de la pasión),
Visnú (el Preservador, en la modalidad de la bondad) y
Sivá (el Destructor, en la modalidad de la ignorancia).

Vishnu (“El Omnipenetrante”)

vishnu
Sustentador del universo, gobernante de sattva ( ‘existencia, realidad’), se reclina sobre Ananta S’esha, la serpiente de muchas cabezas, y de su ombligo surge el Brahma de cuatro cabezas. A sus pies se encuentra Lakshmi, la esposa de Vishnu y diosa de la fortuna.

Las encarnaciones de Vishnu:

vishnu incarnations
De izquierda a derecha:
  1. Matsya, la encarnación pez.
  2. Kurma, la encarnación tortuga.
  3. Varaha, la encarnación jabalí.
  4. Nrsimhadeva, la encarnación león matando al demonio Hiranyakasipu.
  5. Vāmanadeva, la encarnación enano.
  6. Parshuran, La sexta encarnación, una de las menos populares y menos conocidas,  fue como un guerrero brahmán de nombre Parshuram. En esta ocasión la misión de Vishnu bajo esta forma era la de exterminar al tirano Karthavirya y a sus seguidores.
  7. Rama, es el famoso héroe de la epopeya del Ramayama.

Krishna:

krishna
Octava encarnación (avatar) de Vishnu, la encarnación más famosa y célebre de todas (dejando atrás la supuesta encarnación en Buda Gautama). Vishnu se presenta como Krishna en los acontecimientos contados en el Bhagavad Gita. En este episodio del Mahabharata, Krishna pronuncia su famoso sermón a Arjuna (uno de los héroes del Bhagavad Gita, protagonista del mismo junto a Krishna).

Shivá (“El Auspicioso”):

Shiva
El destructor, gobernante de tamas (cualidades negativas), y su consorte Parvati. Shiva reside en el monte Kailash y su transporte es un toro llamado Nandi. Shiva baila con elegancia o se sienta en meditación, podemos observar el río Ganges surgiendo de su cabeza.

Brahma: (‘El expansor’):

brahma
Creador del universo. El dios principal del brahmanismo, una mutación del hinduismo que implantada por el pueblo ario. Junto a Vishnú y Shiva forma la Trimurti, trinidad de los dioses más importantes. Los seguidores del brahmanismo le consideran el dios supremo, y creen que todos los demás dioses son sólo manifestaciones de Brahma. Nacido de la flor de loto, el ombligo de Narayana; gobierna desde el mítico monte Meru, el gobernante de rajas (pasión activa), Y Sarasvati – consorte de Brahma, diosa de los conocimientos, a lomos de un pavo real.

Dioses menores y Semidioses:

Ganesha:

ganesha
Quizá la deidad hindú más popular. Hijo de Shiva y Parvati, también llamado  Vinayaka, Ganapathi, o Vighneswara, es el Señor de las ganas o fuerzas divinas, dentro y fuera del cuerpo humano. El ratón es el vehículo de Ganesha. Como vehículo de Vinayaka el ratón simboliza llevar al hombre de la oscuridad a la luz. Así pues, el principio de Vinayaka es eliminar todas las malas cualidades, malas prácticas y https://thefaustorocksyeah.wordpress.com/malos pensamientos en los hombres e inculca buenas cualidades, buena conducta y buenos pensamientos.

Indra: (“el de los mil ojos”)

Indra
Jefe de los semidioses dominantes y el rey de los planetas celestiales en compañía de su elefante Airâvata. Indra es el rey de los devas, los dioses principales de la era Védica, luego subordinado a Vishnu en el hinduismo.

Durgâ:

durga
Una de las personificaciones de Pârvatî, consorte de Shiva. Simboliza el amor maternal. Para simbolizar su poder, está montada sobre un león, que le sirve de vehículo.

Kâlî:

kali
La personificación del lado terrible y destructivo de Pârvatî. Diosa de la muerte. Destruye para mantener el mundo en orden, su nombre significa ‘La Negra’.

Varuna:

varuna
Dios de los mares y las aguas.

Agni:

Agni
Agni es el dios del fuego en todos los aspectos: de los sacrificios a los dioses, del Sol, de las estrellas del cielo, de la cocina. También posee la facultad de dar inmortalidad a los mortales y de perdonar los pecados a los hombres en el momento de su muerte.

Kārt(t)ikeya:

Kâr(t)tikeya
Dios de la guerra, hijo de Shiva y Pârvatî.

Yamarâja o Yama:

Yama
También llamado Dharma, hijo del dios del sol, señor de la muerte, el Señor de la retribución. Él es el semidiós que impone las penas a los pecadores luego de su muerte.

Sûrya:

surya
Dios del sol, representa al Sol en su triple aspecto de deidad bienhechora que alumbra, vivifica y alimenta.

Candra o Soma:

soma
Dios de la Luna, su similar védico es la deidad lunar Soma. Descrito como joven y bello, lleva en las manos un loto. Va montado en un carro, que simboliza a la Luna, con el que recorre el cielo cada noche, tirado por diez caballos blancos o por un antílope. El nombre de Soma hace referencia al soma (jugo psicotrópico ritual) y convierte a la Luna en el dios de las plantas y la vegetación.

Kama:

kama
El dios del amor, hijo de la diosa Laksmí. De él proviene el término Kama-sutra (kāma es ‘placer sexual’ y sūtra, ‘hilo, frase corta’).

Hánuman:

Hanuman
El dios mono, dios de la música. Protector de los enamorados, símbolo de la lealtad, valor, fidelidad, abnegación y amistad. Inspiración para el Sun Wukong de la mitología china, personaje que luego inspiraría al legendario personaje de anime Son Gokú (Dragon Ball).

Uma:

Uma
Personificación de la energía material y esposa de Shiva.

Garuda (“El Devorador”)

Garuda
El águila celestial, vehículo de Vishnu a través del espacio y el cielo, medio hombre medio águila, se muestra benevolente y siente aversión a las serpientes.

As’vins, the As’vini Kumâras:

vivasv
Dioses gemelos encargados de la atención médica y hierbas nacen de Vivasvân y su esposa Vadavâ.

Los Marut:

marut
Deidades del viento y las tormentas, sirvientes de Indra.

Manu:

Manu
El primer ser humano, el primer rey que reinó sobre la Tierra, y que fue salvado del diluvio universal.

Râkshasas:

raksasa
Entes demoníacos.

Nâgas:

nagas
Serpientes del cielo, los habitantes de Nāgaloka. Tienen un rostro humano y cuerpo de serpiente.

Kinnaras:

Kinnaras
Deidades de la danza, el teatro, y la música. Pueden cambiar de forma a voluntad.


krishna and demons


Obtenido de Wikipedia y https://thefaustorocksyeah.wordpress.com/

Yaresanismo

La manifestación de la verdad oculta

El estrato más primitivo de la doctrina yaresaní se origina, según H. Halm, en las vegas de los ríos Tigris y Karún, centros de las doctrinas chiíes «extremistas» nosairíes durante el período islámico clásico y hasta el siglo XVI.5 De ahí la profesión de creencias fundamentales como la división del Universo en un aspecto realidad profunda oculta (bâtin) y otro de manifestación histórica aparente (zâhir);6 así como la visión de la Historia como siete teofanías sucesivas,5 cuyas cuatro primeras corresponden a grados progresivos de desarrollo del conocimiento7 y son objeto de acuerdo entre las distintas fuentes yaresaníes: el Creador Jâvandagâr, Mortezâ Alí, Shah Joshín y Sultán Sahak, culmen de la sucesión teofánica, mientras que las tres posteriores son identificadas diferentemente por las distintas comunidades.7
Cada manifestación de la Divinidad se presenta acompañada por cuatro ángeles auxiliares (yârân-e châr malak) que son emanaciones suyas y una quinta figura angélica femenina (Râzbar o Ramzbar) que vela por el cumplimiento de las prácticas religiosas.7 En las dos primeras teofanías, los nombres de los ángeles pertenecen a la tradición islámica chií golat.,5 con el profeta del Islam concebido como una de estas emanaciones y ángeles auxiliares de la Divinidad aparecida bajo la forma de Morteza Alí.7 y con Fátima como ángel femenino.5 Las leyendas de la tercera teofanía (Shah Joshín) se desarrollan en parajes de Lorestán y, según Halm, pertenecen a la primera fase de desarrollo de la doctrina fuera de las citadas vegas. Las creencias de la cuarta teofanía corresponderían a la forma definitiva de la tradición yaresaní en los territorios goraníes.5

Metempsícosis y escatología

La doctrina en la sucesión de teofanías se corresponde con la creencia en la reencarnación. Cada alma pasa por un ciclo de 1.001 encarnaciones, a lo largo del cual son retribuidas por sus actos, aunque los «oscuros» jamás «verán el Sol». El sufrimiento en el ciclo incrementa la luminosidad del alma y la acerca a Dios. Los Ahl-e Haqq esperan con fervor el advenimiento del Señor del Tiempo que «cumplirá los deseos de los Amigos y envolverá el Universo». Los poderosos serán exterminados. Los buenos accederán al Paraíso y los malos serán aniquilados.7

Yazidismo

Creencias

De acuerdo con la cosmovisión yazidí, Dios creó el mundo, que ahora está al cuidado de siete Seres Santos, conocidos como ángeles o Heft Sirr (los Siete Misterios). El superior es Melek Taus (Tawûsê Melek en kurdo), el ángel del pavo real, que es considerado por algunos musulmanes y cristianos como Satanás o el diablo.

Melek Taus

Según la Enciclopedia de Oriente, "la razón de la reputación de los yazidíes de ser 'adoradores del diablo', se debe a otro nombre de Melek Taus, Shaytan, el mismo nombre que el Corán da a Satanás". Sin embargo, según el lingüista kurdo Jamal Nebez[cita requerida], la palabra Taus se deriva del griego y está relacionada con las palabras Theos, Zeus, Deus y, de acuerdo con tal interpretación, Melek Taus es un ángel de Dios: no es una fuente del mal, sino que lo consideran líder de los arcángeles. También dicen que la fuente del mal está en el corazón y el espíritu de los seres humanos.
Las fuerzas activas de la religión yazidí son Melek Taus y el sheij Adî. El Kitêba Cilwe ("Libro de la Revelación"), considerado como la palabra de Melek Taus y que recoge lo esencial de las creencias yazidíes, indica que Melek Taus asigna responsabilidades, bendiciones y desgracias según su voluntad y que no le compete a la raza de Adán cuestionarlo. El sheij Adî creyó que Melek Taus se había reencarnado en él: "estaba presente cuando Adán vivía en el paraíso, y también cuando Nemrud lanzó a Abraham al fuego. Estaba presente cuando Dios me dijo: 'serás el gobernante y señor de la tierra'. Dios, el compasivo, me dio siete tierras y el trono del cielo".

Creación

Los relatos yazidíes de la creación son diferentes de los del judeo-cristianismo y el Islam. Cuentan que Dios creó primero, de su propia iluminación (Ronahî en kurdo), a Melek Taus y los otros seis arcángeles fueron creados después. Dios ordenó a Melek Taus no inclinarse ante los demás seres. Cuando Dios creó a los otros arcángeles, les ordenó traerle el polvo (Ax) de la tierra (Erd), para construir el cuerpo de Adán. Después Dios dio vida a Adán de su propia respiración y mandó a todos los arcángeles para reverenciar a Adán. Ellos obedecieron, con excepción de Melek Taus. Al preguntarle Dios el por qué, Melek Taus le contestó: "¡Cómo puedo someterme a otro ser! Soy de tu iluminación, mientras que Adán fue hecho del polvo". Entonces Dios lo elogió y lo designó como líder de todos los ángeles y su enviado en la tierra. Por tanto, los yazidíes creen que Melek Taus es el representante de Dios en la superficie de la tierra, adonde desciende cada primer miércoles de Nisan (marzo/abril), en el día que celebran como el Año Nuevo. Creen que Dios creó a Melek Taus de su iluminación en esa fecha. Consideran que respetar y alabar a Melek Taus es una manera de reconocer su majestad y naturaleza sublime. Esta idea se llama "conocimiento del Sublime" (Zanista Ciwaniyê). El sheij Adî observó la historia de Melek Taus y creyó en él.
Una idea dominante del creacionismo yazidí es que todos los yazidíes son descendientes de Adán antes que de Eva.



jueves, 22 de enero de 2015

Mazdeismo - Zoroastrismo

La comparación del zoroastrismo con la religión india es útil para comprender su nacimiento. Estas dos religiones tenían un dios llamado Mitra por los indios y Mithra por los iranios, que significan el sol o el dios sol.
Evolucionó de manera muy divergente en estos dos pueblos. Entre los indios, según François Cornillot, especialista del Rig-veda y del Avesta, el Mitra original se escindió en tres dioses, Mitra, Ariamán y Váruna. Entre los iranios, este dios guardó en cambio su unidad. Dios soberano, era el hijo de Ahura Mazda, que parece haber sido el Cielo.
Los zoroástricos se esforzaron por eliminar el culto de Mithra en provecho del de Ahura Mazda, justificando el nombre de mazdeísmo dado a veces a su religión. La Persia antigua, bajo la dinastía de los aqueménidas, no era verdaderamente mazdeísta: veneraba tanto a Mithra como Ahura Mazda. Los griegos consideraban a este último como equivalente a Zeus, su dios celeste.

Según Heródoto (I, 131), la costumbre de los persas «es subir sobre las montañas más altas para ofrecerle sacrificios a Zeus, y dan su nombre a toda la extensión del cielo». Heródoto en Los nueve libros de la historia incluye una descripción de la sociedad iraní, que posee algunos elementos reconocibles del zoroastrismo, incluida la exposición de los muertos. Según Heródoto (I-101), los magos eran una de las seis tribus de la Media. Parecen ser la casta sacerdotal de la hoy conocida como zurvanismo, rama del zoroastrismo que tenía una gran influencia en la corte de los emperadores medos.
En cuanto a Mithra, estaba estrechamente emparentado con el Sol.
Hay que observar que el término ahura era también conocido por los indios, que lo pronunciaban asura. Son los iranios quienes transformaron la "s" original en una "h". En los pasajes más antiguos del Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.), la palabra asura representa al Ser supremo, como entre los iranios. Más tarde, cambiando de sentido, se aplicó a los antidioses, los demonios.
El culto de *sauma era común entre los indios y los iranios. Este término se convirtió en soma para los primeros y en haoma para los segundos. Esta bebida alucinógena puede haber sido hecha con efedra. Pensando que les permitía a los dioses conservar su inmortalidad, se la ofrecían en sus sacrificios. Los propios participantes la bebían y accedían al mundo divino, a una inmortalidad provisional. En wakhí (una lengua iraní hablada al este de Afganistán), la efedra es llamada yimïk, término que podría provenir de *haumaka. Según el Rig-veda, el elemento de base del soma podría haber sido una seta, una sustitución que se explica por el hecho de que en la India no hay efedra.
En el actual Turkmenistán meridional (antigua Margiana), el arqueólogo ruso Viktor Sarianidi buscó las ruinas de un edificio llamado Togolok-21. Se trataba de un templo donde se practicaba el culto del fuego y donde se preparaba el haoma. Este edificio formaba parte de una cultura bactro-margiana (Margu), fechada del 2200 al 1700 a. C., que se extendía al este hasta la Bactriana, a lo largo del curso del Amu-Daria.
Sobre todo el territorio de esta cultura, se encuentran amuletos con representaciones de lucha entre serpientes y dragones que tenían una actitud claramente agresiva, con ojos enormes y una boca grande abierta. Era una representación primitiva de la lucha entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte, que caracterizaba la religión indoirania y que el zoroastrismo conservaría

Drusos

Los principios de la fe drusa son:
  • No mentir
  • Proteger al hermano y al prójimo
  • No adorar estatuas
  • Alejarse de la maldad
  • Ser monoteísta
  • Aceptar la Voluntad de Dios
  • Creer en Dios
Algunos sabios drusos también creen fervientemente en la reencarnación de los humanos miembros de la comunidad, pero contrariamente a la creencia popular, esto no es algo totalmente compartido por todos los miembros ni forma parte principal de su credo. No aceptan la poligamia, el consumo de tabaco, alcohol o cerdo, aunque en muchos hogares no religiosos se come cerdo y se bebe alcohol. La religión drusa no permite el matrimonio entre sus miembros y otras comunidades (musulmanes, cristianos, judíos, etcétera). En las sociedades modernas, a menudo estas normas no se aplican con excesivo rigor. Tampoco existe la oración individual. Los drusos no tienen la obligación de observar los deberes musulmanes de oración, ayunar, o realizar el peregrinaje a La Meca; pero lo hacen, en especial, si el no cumplir con esas prácticas, resultara peligroso para ellos.

Profetas

Los drusos creen en profetas como Adán, Noé, Abraham, Sara, Jacob, Moisés, Salomón, Juan el Bautista, Jesucristo, y Mahoma. A diferencia de otros credos monoteístas, consideran a Jethro, el suegro de Moisés, un profeta de igual nivel que los anteriores. También creen en la sabiduría de la filosofía griega antigua como Platón y Sócrates. Además, tienen un conjunto de "sabios" que fundaron la religión en el siglo XI.


lunes, 19 de enero de 2015

Sikismo (Sikh)


Creencia en un solo Dios

Se cree en un dios panteísta. La primera frase de todas las escrituras sijes son dos palabras, que reflejan la base de las enseñanzas: «Ik Onkar» (‘[hay] un solo dios’), en idioma panyabí, aunque tiene su origen en el término sánscrito «eka omkara» (‘un solo sonido om’), siendo

eka: ‘uno’ (número);
om, un mantra que representa al Brahman (el dios no-persona del hinduismo); y
kara: ‘letra’.
Ver a Dios en cada uno; entender y practicar la igualdad entre todas las razas independientemente de la casta, la religión, el color de piel, el estatus, la edad, el género, etc;
Recordar a Dios todo el tiempo, siempre practicar el simran (‘remembranza de Dios’), el ser primordial, virtuoso, misericordioso, generoso, valiente y creador de todo, estar siempre al tanto de su persona, y actuar en consecuencia.
Valorar y respetar los ideales positivos, como la verdad, la compasión, la alegría, la humildad, el amor, etc. (que son reflejos de las características de Dios).
La supresión de los males internos como la lujuria, la ira, la codicia, el apego material, el egoísmo, etc. (que son reflejos de las características del Antidiós).
El varón debe llevar una vida productiva, honesta y pacífica como cabeza de familia; trabajar diligentemente mientras mantiene la imagen de Dios dentro de sí.
Practicar o participar en el servicio desinteresado (sewa), ayudar a construir una vida comunitaria de amor, y contribuir con la sociedad siempre como sea posible.
Estar preparado para proteger y representar los derechos de los débiles para luchar por la justicia y la equidad para todos.
Siempre aceptar la voluntad de Dios (hukam), y centrarse y mantener un espíritu positivo y optimista (chardikala), etc.

ੳ (onkar): representa a Dios o el poder trascendental. Se trata de la letra ura ―la primera letra del alfabeto gurmují― pero con una cola extendida. Se pronuncia /onkar/, y representa todo el poder del universo, controlado por Dios.
Según Bhai Gurdas: «Al escribir “uno” (ik, ) al principio, se ha demostrado que Dios ―quien subsume a todas las formas en él―, es uno». En esto se diferencia de la Santísima Trinidad (un solo dios en tres personas divinas, del cristianismo) o del Trimurti (los tres dioses principales del hinduismo).

Las enseñanzas de los Diez Gurús sijes

Las enseñanzas de los Diez Gurús sijes (así como también la de otros sabios hindúes y musulmanes) están contenidas en el Gurú-granth-sahib. Estas enseñanzas propagan los siguientes valores:

  • Ver a Dios en cada uno; entender y practicar la igualdad entre todas las razas independientemente de la casta, la religión, el color de piel, el estatus, la edad, el género, etc;
  • Recordar a Dios todo el tiempo, siempre practicar el simran (‘remembranza de Dios’), el ser primordial, virtuoso, misericordioso, generoso, valiente y creador de todo, estar siempre al tanto de su persona, y actuar en consecuencia.
  • Valorar y respetar los ideales positivos, como la verdad, la compasión, la alegría, la humildad, el amor, etc. (que son reflejos de las características de Dios).
  • La supresión de los males internos como la lujuria, la ira, la codicia, el apego material, el egoísmo, etc. (que son reflejos de las características del Antidiós).
  • El varón debe llevar una vida productiva, honesta y pacífica como cabeza de familia; trabajar diligentemente mientras mantiene la imagen de Dios dentro de sí.
  • Practicar o participar en el servicio desinteresado (sewa), ayudar a construir una vida comunitaria de amor, y contribuir con la sociedad siempre como sea posible.
  • Estar preparado para proteger y representar los derechos de los débiles para luchar por la justicia y la equidad para todos.
  • Siempre aceptar la voluntad de Dios (hukam), y centrarse y mantener un espíritu positivo y optimista (chardikala), etc.


Gurú Nanak

Gurú Nanak (1469-1538) el fundador del sijismo, nació en el seno de una familia hinduista en la villa de Talwandi, ahora llamadoNankana Sahib, cerca de Lahore en el noroeste de la antigua India (hoy en día se encuentra dentro de las fronteras de Pakistán). Su padre, Mehta Kalu, fue un patwari (contador de los ingresos de las tierras del gobierno). La madre del gurú fue Mata Tripta, y también tuvo una hermana mayor llamada Bibi Nanki. Según Gurú Nanak, su hermana Bibi Nanki vio en él la luz de Dios pero nunca reveló el secreto a nadie. Ella es conocida como la primera discípula del Gurú Nanak. Desde pequeño, Gurú Nanak se vio fascinado por la religión, y abandonó su casa. Anduvo por toda la India a la manera de los santos peregrinos hinduistas. Fue en ese periodo que Gurú Nanak conoció a Kabir (1441-1518), un santo reverenciado por muchos hindúes y musulmanes.
Tras cuatro largos viajes en direcciones opuestas ―a Tíbet, Sri Lanka, Bengala, La Meca y Bagdad―, Gurú Nanak predicó a hindúes y musulmanes, captando así a un grupo numeroso de discípulos (sijes). 

Estos 4 viajes se denominan udasis.

Según sus enseñanzas, la religión debería ser un medio de unión entre los seres humanos, pero, en la práctica, esta parecía enfrentar a las personas. En este sentido, lamentaba de forma especial el enfrentamiento entre hindúes y musulmanes, así como las prácticas de carácter ritual que apartaban al ser humano de la búsqueda de Dios. Su intención era llegar a una realidad más allá de las diferencias superficiales entre las dos religiones. De ahí su primera y famosa enseñanza «na ko hindú, na ko musalmán» (‘no hay hinduistas, no hay musulmanes’).

La posición doctrinal de Gurú Nanak se apoya en un hecho básico: la autoridad del Dios único, el Creador. Gurú Nanak llamó a Dios el «Nombre Verdadero» porque quería evitar el uso de un nombre concreto. Gurú Nanak enseñó que el Nombre Verdadero, aunque pueda recibir numerosos nombres en diferentes lugares es, esencialmente, el Dios único, soberano y omnipotente.

Gurú Nanak se opuso al sistema de castas, pero conservó el concepto hindú de maya (‘ilusión’). El mundo se nos manifiesta como si fuera real, pero la auténtica realidad es solo la de Dios. El mundo material es una ilusión que impide a muchos seres humanos, abandonados a los placeres materiales, ver la realidad auténtica y única de Dios. La fe sij conserva la creencia hindú en lareencarnación, pero considera que el ser humano puede liberarse del ciclo de reencarnaciones mediante la virtud, que le permite alcanzar la morada del amor de Dios. En cambio los hindúes creen que la virtud solo produce una reencarnación en mejores condiciones de vida.

miércoles, 7 de enero de 2015

Gnosticismo

El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de su tradición más pura. El texto gnóstico de Eugnosto el Beato parece ser anterior al nacimiento de Jesús de Nazaret.
La enorme diversidad de doctrinas y "escuelas gnósticas" hace difícil hablar de un solo gnosticismo. Algunos aspectos comunes de su pensamiento, no obstante, podrían ser:
  • Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas del Cristo o el "ungido" estaban destinadas a ser reveladas a una élite de iniciados. De esta forma, los gnósticos cristianos reclaman constituir testigos especiales de Cristo, con acceso directo al conocimiento de lo divino a través de la gnosis o experimentación introspectiva a través de la cual se podía llegar al conocimiento de las verdades trascendentales. La gnosis era, pues, la forma suprema de conocimiento, solamente al alcance de iniciados.
  • El mismo conocimiento de las verdades trascendentes producía la salvación. Según las diversas corrientes, la importancia de practicar una vida cristiana podía variar, siendo en cualquier caso algo secundario.
  • Su carácter dualista, por el cual se hacía una escisión tajante entre la materia y el espíritu. El mal y la perdición estaban ligados a la materia, mientras que lo divino y la salvación pertenecían a lo espiritual. Por esa razón no podía existir salvación alguna en la materia ni en el cuerpo. El ser humano sólo podía acceder a la salvación a través de la pequeña chispa de divinidad que era el espíritu. Sólo a través de la conciencia del propio espíritu, de su carácter divino y de su acceso introspectivo a las verdades trascendentes sobre su propia naturaleza podía éste liberarse y salvarse. Esta experimentación casi empírica de lo divino era la gnosis, una experiencia interna del espíritu. Aquí se puede ver en el platonismo un antecedente claro del gnosticismo, tanto en su dualismo materia-espíritu, como en su forma instrospectiva de acceder al conocimiento superior, siendo la gnosis una versión religiosa de la mayéutica de Sócrates. Este dualismo también prefigura el futuro maniqueísmo.
  • Su peculiar cristología: Siendo la materia el anclaje y origen del mal, no es concebible que Jesucristo pudiera ser un ser divino y asociarse a un cuerpo material a la vez, puesto que la materia es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo, según la cual la Divinidad no pudo venir en carne, sino que vino en espíritu mostrando a los hombres un cuerpo aparentemente material (docetismo). Otras corrientes sostienen que Jesucristo fue un hombre vulgar que en la época de su ministerio fue levantado, adoptado por una fuerza divina (adopcionismo). Otras doctrinas afirman que la verdadera misión de Cristo era transmitir a los espíritus humanos el principio del autoconocimiento que permitía que las almas se salvaran por sí mismas al liberarse de la materia. Otras enseñanzas proponían incluso que Jesús no era un ser divino.
  • Peculiares enseñanzas sobre la divinidad. Entre éstas se encontraba la de que todo espíritu era divino, incluyendo la parte espiritual del hombre (el alma), que no necesitaba a nadie para salvarse a sí mismo, siendo Cristo enviado a revelar esa verdad. Por otra parte, el creador/ordenador de la materia (llamado Demiurgo), al multiplicar con su creación la materia, sería un ser malvado y opuesto al verdadero Ser Supremo del cual surgió.
  • Conclusiones éticas muy divergentes: Siguiendo la idea de la condenación de la materia, algunas corrientes afirmaban que era necesario el castigo y martirización del cuerpo para, a través del padecimiento de la carne, contribuir a la liberación del espíritu, propugnando un modo de vida ascético. Sin embargo, otras corrientes afirmaban que, siendo la salvación dependiente únicamente de la gnosis del alma, el comportamiento del cuerpo era irrelevante, disculpándolo de toda atadura moral y librándolo a toda clase de goces. Otras enseñanzas reprobaban la multiplicación de la materia, siendo así la procreación un acto condenable. También existían corrientes que, al igual que el platonismo y las filosofías orientales, creían en el retorno cíclico de las almas a la prisión de la materia a través de la reencarnación. El iniciado, igualmente, buscaba romper este ciclo a través de la gnosis (a través de la iluminación, en las religiones orientales).
  • Interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras. Así, se reinterpretan a la luz gnóstica las historias de la creación, etc. dándoles significados filosóficos.
  • Establecimiento de jerarquías espirituales: En la cima de los seres existe un Dios, un ser perfecto e inmanente cuya propia perfección hace que no tenga relación alguna con el resto de seres imperfectos. Es inmutable e inaccesible. Descendiendo en una escala de seres emanados de aquél llegamos al Demiurgo, antítesis y culmen de la degeneración progresiva de los seres espirituales, y origen del mal. En su maldad, el Demiurgo crea el mundo, la materia, encadenando la esencia espiritual de los hombres a la prisión de la carne. En este escenario se libra una batalla entre los principios del bien y el mal, la materia (apariencia) y el espíritu (sustancia). Podemos ver paralelismos claros con el zoroastrismo.
  • Establecimiento de jerarquías humanas: En la cima de la jerarquía humana estaban los iniciados, en los que es predominante el espíritu. Ellos pueden experimentar la gnosis y acceder así a la salvación. Por debajo está el resto de los cristianos, en los que predomina el alma sensible y que se pueden salvar siguiendo la guía de los primeros. En la parte más baja están aquéllos en que predomina el cuerpo y que, por tanto, no alcanzarán la salvación.

Cultos Mistéricos Grecorromanos

En el Imperio Romano, ya desde tiempos anteriores a Adriano y hasta la llegada del cristianismo, se popularizaron una serie cultos religiosos procedentes de oriente.
Estos cultos se basaban entre otras cosas, en la transmisión de virtudes y poderes especiales a sus iniciados a través de ritos secretos.
Además de sus actos rituales, se realizaba una ceremonia de iniciación que permitía acceder al “culto” y tan sólo los iniciados podían conocer los misterios o secretos contenidos. Ello fue lo que dio nombre a estas variantes religiosas que constituyen los llamados “cultos mistéricos” o simlpemente “misterios”.
Curiosamente, aunque se pusieron de moda en Roma, ya en la época Helenística se habían extendido por todo el mediterráneo.
Los había de distito tipo: de corte egipcio (Misterio de Isis), dionisiácos (con participación preponderante de féminas) etc… pero quizás el más importante fue el llamado Misterio Mitraico o Misterio de Mitra.
Mitra era un dios persa con milenios de antigüedad cuando fue conocido por los legionarios romanos durante las conquistas. El culto Mitraico, que nada enía que ver con la adoración original de Mitra en Asia menor, ofrecía la esperanza de vida tras la muerte.
Esta esperanza hizo de este un misterio inmensamente popular enre las legiones romanas que los expandieron por todos los rincones del imperio.
Como ejemplo de esta expansión del culto nos encontramos que en la muralla adriana, construida para defender la provincia romana de Britania de los bárbaros Pictos (escoceses primitivos) , la mayor parte de las guarniciones defensivas practicaban este culto.
Los rituales místicos fueron prohibidos en Roma por exaltar pasiones y por los supuestos excesos de sus dirigentes pero continuaron celebrándose de forma oculta.
Como suele suceder cuando se realizan prohibiciones, los misterios se rodearon de un halo de ocultismo que resultaba altamente atractivo y que en tiempos posteriores ayudaría a la expansión de la oriental religión llamada cristianismo que, de hecho al principio fue considerada otro culto mistérico.

Bogomilismo

Negaban el nacimiento divino de Cristo, la coexistencia personal del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Sostenían la concepción dualista maniquea del origen del mundo. En realidad creían que Dios había tenido dos hijos, Satán y Miguel, el mal y el bien, respectivamente.
Negaban la validez de las ceremonias y los sacramentos cristianos.
Los milagros hechos por Jesús eran interpretados en un sentido espiritual, no como hechos materiales reales.
El bautismo solo se debía practicar a las personas adultas, sin agua ni aceite, sino por la autorrenuncia, las plegarias y el cantar de himnos.
Habían de instruirse los unos a los otros y no tenían sacerdotes especiales. Rezaban en casa, no en edificios religiosos.
Se conocieron dos ramas principales. Una, la más puritana, recibió el nombre de «albanesa» por el hecho de que gran parte de sus integrantes se retiraba a vivir en las zonas montañosas; la rama menos estricta se ha conocido con el nombre de «garatense».
Tras ser prácticamente exterminados en Tracia —principalmente por orden de los emperadores bizantinos— muchos se refugiaron en el país actualmente conocido como Bosnia, donde llegaron a ser la mayoría de la población merced a que su territorio era un área tapón entre la zona de influjo de la Iglesia Católica Apostólica Romana al oeste y la de la llamada Iglesia Ortodoxa Griega al este, en efecto, los bogomilos bosnios se encontraban entre los croatas católicos y los serbios ortodoxos.
Al producirse la invasión turca otomana a la península de los Balcanes en el siglo XV, gran parte de los bogomilos se aliaron con los turcos ante los cristianos. A partir de entonces, la mayoría de los bogomilos se convirtió consensuadamente al islam sunnita.
Por otra parte —siempre durante el medioevo, ya desde el siglo X— los bogomilos fomentaron en Italia la llamada «creencia patarina», mientras que en Occitania y el noreste de España influyeron para que allí se instaurara y prosperara la creencia, muy afín al bogomilismo, de los cátaros.
Como los bogomilos, los cátaros rechazaban el matrimonio y consideraban el mundo actual como un producto del mal, de modo que solían practicar el celibato o formar comunidades en las cuales el celibato era frecuente. Esto dio pábulo a la difamación según la cual los bogomilos eran homosexuales sodomitas (al punto de que, al ser ellos llamados por confusión frecuentemente «búlgaros», luego tal apodo pasó a ser la etimología de la palabra bujarrón o buharrón).

Animismo Bantu

Maiombe es la practica de la creencia ancestral de origen bantu... en dondeinteractuan en una trilogia perfecta y armonica el hombre ... los ancestros... yuna energia creadora... en pro de un objetivo comun.Mediante la utilización de distintos tipo de ceremonias las cuales se realizanen base a n bien personal o bien colectivo o grupal.Podemos dejar como ejmplo los ritos de npagu ni nyumbe o npagu ni bakulu, queson actos de desagravio a los ancestros mediante ofrendas y nsamba. Ya que secreen que un ancestro molesto podría causa o repercutir en diferentes tipos decalamidades.. lógicamente tambien teniendo en cuenta los 4 preceptos básico dela cosmovisión Bantu "Muntu = hombre = algo Kintu, Hantu = lugar y tiempo, modo= Kuntu.Si las cuatro categorías de la filosofía bantu. Todo lo que es, cada entidad,cualquiera que sea la forma en que se presenta, se pueden incluir en estascuatro categorías. Fuera de estos, no hay nada que se pueda imaginar. Ntu es lafuerza la energía vital el verbo hecho palabra en la creación de universo, lagracia divina etc..en el universo en sí, que nunca aparece en su camino por separadofenomenal: Muntu, Kintu, Hantu y Kuntu " podemos apreciar que cada una de laspalabras terminan en NTU
El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes.

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El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes.

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El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes.

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El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes.

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El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes. La mejor manera de formalizar estas relaciones, que pueden unir el Mu-Ntu de un fallecido con varios descendientes suyos, es «fijarlo en la cabeza» de cada uno de éstos como «guía» espiritual, después que el hechicero haya adivinado, en cada caso, la afinidad de un determinado sujeto con un determinado difunto. También es posible que el guía resulte un Ki-Ntu, o sea, un espíritu no humano. Esto hay que tenerlo muy en cuenta en el momento de examinar el desarrollo africanismo en América, ya que gracias a ella, fue posible el encuentro y la fusión entre el animismo africano y amerindio. Para un bantú la norma última de su conducta es considerar bueno, todo lo que favorece, en el marco de su cosmovisión animista, el desenvolvimiento y la conservación de su Mu-Ntu, y malo todo lo que los perjudica.

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El africano ha nacido en una sociedad que cree en la brujería y, por esa razón, la estructura misma de su pensamiento, desde la infancia, se compone de ideas mágicas y místicas. Más importante todavía, dado que la magia y la brujería son cosas vividas, mucho más que razonadas, es el hecho de que sus acciones cotidianas se vean condicionadas por dichas creencias. Manismo, propiamente, significa culto a los antepasados, y es innegable que los bantús dedican a sus muertos una atención muy especial. Para ellos, todo lo que existe es energía y el hombre es Mu-Ntu, lo que significa energía vital, espíritu, alma. Pero, debido a esto, su esencia no es estática e incorruptible, sino dinámica y perecedera. El Mu-Ntu es algo que evoluciona; nunca permanece en situación estática. La muerte no implica la aniquilación del Mu-Ntu, sino el abandono, por parte de éste, de su envoltura corpórea humana. La metempsicosis, creencia en la transmigración del alma de un cuerpo a otro, no resuelve definitivamente la situación del Mu-Ntu desencarnado: éste precisa, a toda costa, subsistir como fuerza personal, y, para lograrlo, para evitar la extinción, la muerte total y sin remedio, busca el contacto con sus descendientes vivos. Estos no pueden permitirse el lujo de desentenderse de los Mu-Ntu desencarnados de sus allegados, ya que los difuntos, antes de desaparecer en la nada, se vuelven peligrosísimos y se vengan despiadadamente con sus influjos negativos. Por el contrario, si los vivos procuran «revitalizar» a un Mu-Ntu desencarnado, éste los recompensará con su protección. Las relaciones entre vivos y muertos no son esporádicas, sino íntimas y permanentes. La mejor manera de formalizar estas relaciones, que pueden unir el Mu-Ntu de un fallecido con varios descendientes suyos, es «fijarlo en la cabeza» de cada uno de éstos como «guía» espiritual, después que el hechicero haya adivinado, en cada caso, la afinidad de un determinado sujeto con un determinado difunto. También es posible que el guía resulte un Ki-Ntu, o sea, un espíritu no humano. Esto hay que tenerlo muy en cuenta en el momento de examinar el desarrollo africanismo en América, ya que gracias a ella, fue posible el encuentro y la fusión entre el animismo africano y amerindio. Para un bantú la norma última de su conducta es considerar bueno, todo lo que favorece, en el marco de su cosmovisión animista, el desenvolvimiento y la conservación de su Mu-Ntu, y malo todo lo que los perjudica.

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